Nicanor Parra
Muerto no te levantes de la tumba
qué ganarías con resucitar
una hazaña
y después
la rutina de siempre
No te conviene viejo no te conviene
el orgullo la sangre la avaricia
la tiranía del deseo venéreo
los dolores que causa la mujer
el enigma del tiempo
las arbitrariedades del espacio
Recapacita muerto recapacita
¿que no te acuerdas cómo era la cosa?
a la menor dificultad explotabas
en improperios a diestra y siniestra
Todo te molestaba
no resistías ya
ni la presencia de tu propia sombra
Mala memoria viejo mala memoria
tu corazón era un montón de escombros
-estoy citando tus propios escritos-
y de tu alma no quedaba nada
A qué volver entonces al infierno de Dante
¿para que se repita la comedia?
qué divina comedia ni qué 8/4
voladores de luces-espejismos
cebo para cazar lauchas golosas
ése sí que sería disparate
eres feliz cadáver eres feliz
en tu sepulcro no te falta nada
ríete de los peces de colores
Aló- aló, me estás escuchando
quien no va a preferir
el amor de la tierra
a las caricias de una lóbrega prostituta
nadie que esté en sus cinco sentidos
salvo que tenga pacto con el diablo
Sigue durmiendo hombre sigue durmiendo
sin los aguijonazos de la duda
en la quietud de tu propio ataúd
en la quietud de la noche perfecta
libre de pelo y paja
como si nunca hubieras estado despierto.
No resucites por ningun motivo
no tienes por qué ponerte nervioso
como dijo el poeta
tienes toda la muerte por delante.
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