jueves, 29 de mayo de 2008

la verdad ...

Ana Isabel Bustamante

...Es que no sé como es, no sé lo que es. La he escuchado toda mi vida igual que todos, asumida por bocas distintas, orgullosas, convencidas, peligrosas, y sin embargo nunca he logrado perder por entero esa sensación de que escuchaba algo bastante más parcial y más pequeño que lo que su interlocutor pretendía, no por ignorancia - pues si he de formarme algún día en una fila, espero por todas las cosas en las que creo y en las que no creo también, nunca se sabe, que nadie me encuentre haciendo linea en otra fila que no sea aquella de la ignorancia, si no es así y desde ya que alguien tenga piedad de mí y me lleve al manicomio más cercano, pues seguramente estaré loca -, si no más bien por Humanidad. Esta humanidad tan poco absoluta, tan efímera, tan imperfecta, tan pequeña, que dudo que ni el mejor ejemplar de nuestra especie es o fue capaz de superar completamente. Cómo podríamos entonces acercarnos siquiera a rosar un concepto tan enorme, tan absoluto, tan inmutable, tan completo, tan eterno, tan divino tal vez, tan inhumano ciertamente, como "LA VERDAD"?

Me parece que veo desfilar detrás de los ojos de mi pensamiento aquellas sombras que Platón describía en “El Mito De La Caverna”, vagos y sombríos restos de vasijas conceptuales, diminutas ilusiones de la imagen pura de la divinidad, cuya sombra miramos, y porque la vemos, la pensamos comprender, la pensamos real y verdadera porque creemos ver todo cuanto que es, y lo cierto es que apenas si vemos lo que podemos ver, no más, muchas veces menos en realidad, y quizás eso es todo a lo que podemos aspirar, delirios de la “VERDAD”.

La verdad humana se escribe con letras pequeñas, porque es tan y más común que un corazón que late ochenta veces por minuto. La vedad humana eres tú, es ella, es él, es nosotros, es nosotras, es vosotras, es vosotros, es ellos, es ellas, y claro también soy yo. La verdad humana tiene tiene todos los nombres, tienes todos los géneros, tiene todos los colores, tiene todas las edades. La verdad humana es tan democrática como la pesuña, el golpe de ala y los pedos, y así de cualquiera, porque no excluye, ni discrimina; todos podemos decir nuestra verdad, creer en ella y compartirla, sin por ello afectar o invalidar la verdad de otra persona, porque de alguna manera todos estamos un poco en lo cierto, así como un poco errados también. Quizás la verdad más absoluta a la que podríamos humanamente aspirar se encuentre un poco en el medio de todas nuestras verdades pequeñitas, el centro matemático de las verdades de la humanidad entera, desde lo que fue, hasta lo que será, una ecuación divina de nosotros mismos, que sólo un loco entendería, o quizás estará iluminado, no lo sé.

Nadie es dueño de la verdad - “nadie” no es por cierto una persona en este caso, si no más bien la no existencia de la misma - , pues la verdad en manos de una sola persona, o en manos de una fracción de la sociedad es algo peligroso, pues por lo general, más temprano que tarde, ese secuestro del derecho de cada uno a estar en lo cierto, o a estar equivocado, o un poco de ambos casi siempre, se convierte en una suerte de “religión vehemente”, una militancia autoritaria que fractura la esencia misma de la democracia con la peor clase de intolerancia, pues se arroja para sí el derecho de tenencia y absoluto gobierno de “La Verdad”, invalidando sistemáticamente y sin miramientos, a todos aquellos que no aprueben con alabanzas y gracias su prédica. En el ensueño colectivo de una visión, la voz disidente que observa: “Pero si el rey está desnudo” es tan peligrosa como el dedo travieso que mueve la carta que apuntala el endeble castillo de naipes. Y ese es el peligro, más allá del error que a fin de cuentas es cotidiano, el pretender sostener y defender cueste lo que cueste una frágil fantasía, requiere, o el mejor ilusionista que el mundo aun no conoce aún, o como ya lo hemos vivido un sin fin de veces a lo largo de historia de la humanidad, sea el sacrificio de la libre expresión democratica, o un costo en vidas humanas incalculable, pues suele suceder que una vez que se empieza a “sacrificar” opositores es un poco problemático contener su fastidiosa tendencia a multiplicarse y a observar que el edificio de la verdad que con tanto esfuerzo se ha construido, es realidad una humana coladera llena de huecos. Una verdad no apaga todas las verdades, o como bien dice el dicho popular: "no hay manera de apagar el sol con un dedo"... A no ser que milagrosa e inexplicablemente todos, menos uno claro, nos quedemos ciegos, sordos, tontos, paralíticos y mudos, o que se erradique de una vez por todas la especie humana, menos uno también, y que este suertudo o despiadado malnacido tenga a bien cerrar un ojo, y cubrir su ojo restante con un dedo suyo... pues lo cierto, es que en estos dos casos exclusivos no existirá más voz - que la suya y que el mejor de los casos no le traicionará con dudas, lógica y pensamiento alguno y estará de acuerdo con el dueño del dedo - que observe o diga que no ha realizado tal portento, el gesto de un Dios. En todo el resto de las circunstancias, al final del día y haciendo bien las cuentas esa verdad con pistolas, sombrero y solapas no es más que otra verdad con letras chiquitas como todas las otras, sólo que desgraciadamente, para todos los que son señalados, despreciados, desacreditados, aislados, pisoteados, perseguidos, expatriados, torturados, desaparecidos, exterminados, tiene más poder. Y es sólo ese poder que le da la razón, porque “LA RAZÓN” para el hombre es tan inalcanzable como “LA VERDAD”, o “LA JUSTICIA”, o “LA REALIDAD”... todos los conceptos absolutos nos quedan divinamente enormes como el Universo mismo. Lo triste es que a las cosas chiquitas nos encantan las palabras grandes, creemos que eso nos hace importantes, profesionales, académicos, gobernantes, soberbios, crueles, intelectuales, superhombres que entendemos “TODO¨ de “TODO”, de lo de más de aquí, y de lo de más de allá, no hay límites para el entendimiento del ser humano, fuera de aquel de ser humano. Lástima... Y a pesar de la cantidad de auto proclamados profetas mesiánicos, el tiempo ha probado que en la mayoría de los casos estaban locos, fueron despiadados dictadores, o simple y humanamente se equivocaron, o eso dicen ahora al menos, pues a decir verdad, la verdad humana es tan cambiante como la evolución misma. Y felizmente es así, pues en LA VERDAD única, se anulan todas las posibilidades, todo estaría demás, mientras que en el error de nuestras verdades, todas las equivocaciones y aciertos tienen cabida, es lo maravilloso de la imperfección.

LA VERDAD no existe. Quizás LA VERDAD sea DIOS...

no apto para macosos



Este es el GPhone Android (G por Google), todavía no se encuentra en producción, sin embargo Google nos tiene a la espera de su pronta llegada. Y sí, se parece mucho al iPhone de la empresa de Cupertino, pero creo que va un paso más allá. Me gusta, y mucho más porque Android está construido a partir del kernel Linux. Cuando lo liberen definitivamente creo que me apuntaría a un juguetito así; bonito, versátil, y sobre todo LIBRE.

Y ¿qué le vamos a hacer? soy nerd, ¿y qué?

Venus Anadiomena

Arthur Rimbaud


Como de un ataúd de hojalata verde,
emerge una cabeza de cabellos pringosos
y oscuros de mujer de una bañera vieja,
brutal y lentamente, con déficit bastante
malremendados; luego, el cuello graso
y gris, las paletillas que resaltan,
la corta espalda que entra y luego sale;
la redondez del lomo parece tomar vuelo;
y aparece la grasa bajo la piel a lonchas;
el espinazo está rojizo, y todo de un olor
extrañamente horrible; saltan a la vista
singularidades que hay que ver con lupa...
Aparecen grabadas dos palabras
en los riñones: Clara Venus;
Y se remueve el cuerpo mientras se alza la grupa
horriblemente bella ulcerada en el ano.

martes, 27 de mayo de 2008

arte por encima de todo / discurso sobre el teatro

Federico García Lorca

"Queridos amigos:

Hace tiempo hice firme promesa de rechazar toda clase de homenajes, banquetes o fiestas que se hicieran a mi modesta persona; primero, por entender que cada uno de ellos pone un ladrillo sobre nuestra tumba literaria, y segundo, porque he visto que no hay cosa más desolada que el discurso frío en nuestro honor, ni momento más triste que el aplauso organizado, aunque sea de buena fe. Además, esto es secreto, creo que banquetes y pergaminos traen el mal fario, la mala suerte, sobre el hombre que los recibe; mal fario y mala suerte nacidos de la actitud descansada de los amigos que piensan: "Ya hemos cumplido con él".

Un banquete es una reunión de gente profesional que come con nosotros y donde están, pares o nones, las gentes que nos quieren menos en la vida. Para los poetas y dramaturgos, en vez de homenajes yo organizaría ataques y desafíos en los cuales se nos dijera gallardamente y con verdadera saña: "¿A que no tienes valor de hacer esto?" "¿A que no eres capaz de expresar la angustia del mar en un personaje ?" "¿A que no te atreves a contar la desesperación de los soldados enemigos de la guerra?". Exigencia y lucha, con un fondo de amor severo, templan el alma del artista, que se afemina y destroza con el fácil halago. Los teatros están llenos de engañosas sirenas coronadas con rosas de invernadero, y el público está satisfecho y aplaude viendo corazones de serrín y diálogos a flor de dientes; pero el poeta dramático no debe olvidar, si quiere salvarse del olvido, los campos de rosas, mojados por el amanecer, donde sufren los labradores, y ese palomo, herido por un cazador misterioso, que agoniza entre los juncos sin que nadie escuche su gemido.

Huyendo de sirenas, felicitaciones y voces falsas, no he aceptado ningún homenaje con motivo del estreno de Yerma; pero he tenido la mayor alegría de mi corta vida de autor al enterarme de que la familia teatral madrileña pedía a la gran Margarita Xirgu, actriz de inmaculada historia artística, lumbrera del teatro español y admirable creadora del papel, con la compañía que tan brillantemente la secunda, una representación especial para verla.

Por lo que esto significa de curiosidad y atención para un esfuerzo notable de teatro. doy ahora que estamos reunidos, las más rendidas, las más verdaderas gracias a todos. Yo no hablo esta noche como autor ni como poeta, ni como estudiante sencillo del rico panorama de la vida del hombre, sino como ardiente apasionado del teatro de acción social. El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso. Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad del pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede achabacanar y adormecer a una nación entera.

El teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre. Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo; como el teatro que no recoge el latido social, el latido, histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se llama "matar el tiempo". No me refiero a nadie ni quiero herir a nadie; no hablo de la realidad viva, sino del problema planteado sin solución.

Yo oigo todos los días, queridos amigos, hablar de la crisis del teatro, y siempre pienso que el mal no está delante de nuestros ojos, sino en lo más oscuro de su esencia; no es un mal de flor actual, o sea de obra, sino de profunda raíz, que es, en suma, un mal de organización. Mientras que actores y autores estén en manos de empresas absolutamente comerciales, libres y sin control literario ni estatal de ninguna especie, empresas ayunas de todo criterio y sin garantía de ninguna clase, actores, autores y el teatro entero se hundirá cada día más, sin salvación posible.

El delicioso teatro ligero de revistas, vodevil y comedia bufa, géneros de los que soy aficionado espectador, podría defenderse y aun salvarse; pero el teatro en verso, el género histórico y la llamada zarzuela hispánica sufrirán cada día más reveses, porque son géneros que exigen mucho y donde caben las innovaciones verdaderas, y no hay autoridad ni espíritu de sacrificio para imponerlas a un público al que hay que domar con altura y contradecirlo y atacarlo en muchas ocasiones. El teatro se debe imponer al público y no el público al teatro. Para eso, autores y actores deben revestirse, a costa de sangre, de gran autoridad, porque el público de teatro es como los niños en las escuelas: adora al maestro grave y austero que exige y hace justicia, y llena de crueles agujas las sillas donde se sientan los maestros tímidos y adulones, que ni enseñan ni dejan enseñar.

Al público se le puede enseñar, conste que digo público, no pueblo; se le puede enseñar, porque yo he visto patear a Debussy y a Ravel hace años, y he asistido después a las clamorosas ovaciones que un público popular hacía a las obras antes rechazadas. Estos autores fueron impuestos por un alto criterio de autoridad superior al del público corriente, como Wedekind en Alemania y Pirandello en Italia, y tantos otros.

Hay necesidad de hacer esto para bien del teatro y para gloria y jerarquía de los intérpretes. Hay que mantener actitudes dignas, en la seguridad de que serán recompensadas con creces. Lo contrario es temblar de miedo detrás de las bambalinas y matar las fantasías, la imaginación y la gracia del teatro, que es siempre, siempre, un arte, y será siempre un arte excelso, aunque haya habido una época en que se llamaba arte a todo lo que nos gustaba, para rebajar la atmósfera, para destruir la poesía y hacer de la escena un puerto de arrebatacapas.

Arte por encima de todo. Arte nobilísimo. Y vosotros, queridos actores, artistas por encima de todo. Artistas de pies a cabeza, puesto que por amor y vocación habéis subido al mundo fingido y doloroso de las tablas. Artistas por ocupación y preocupación. Desde el teatro más modesto al más encumbrado se debe escribir la palabra "arte" en salas y camerinos, porque si no vamos a tener que poner la palabra "comercio" o alguna otra que no me atrevo a decir. Y jerarquía, disciplina y sacrificio y amor.

No quiero daros una lección, porque me encuentro en condiciones de recibirlas. Mis palabras las dicta el entusiasmo y la seguridad. No soy un iluso. He pensado mucho, y con frialdad, lo que pienso, y, como buen andaluz, poseo el secreto de la frialdad porque tengo sangre antigua. Yo sé que la verdad no la tiene el que dice "hoy, hoy, hoy" comiendo su pan junto a la lumbre, sino el que serenamente mira a lo lejos la primera luz en la alborada del campo.

Yo sé que no tiene razón el que dice: "Ahora mismo, ahora, ahora" con los ojos puestos en las pequeñas fauces de la taquilla, sino el que dice "Mañana, mañana, mañana" y siente llegar la nueva vida que se cierne sobre el mundo.

sábado, 24 de mayo de 2008

el mundo como un urinario

Hoy día tuve una experiencia fea, y pienso que lo fue para la persona contra la que me lancé. Desde aquí pido disculpas a quien fuere aquella persona.

He tenido toda mi vida relación con la fotografía, cosa que ha hecho que me llamen fotógrafo, lo que está a discutir como he dicho en repetidas ocasiones, pero ha sido una relación muy estrecha y a ratos extremadamente estrecha diría yo la que ha provocado ese error, a mi modo de ver. No me considero fotógrafo, sin embargo creo que soy alguien que hace fotografía entre otras cosas más, lo que desde mi punto de vista no me hace fotógrafo absolutamente para nada.

No miro con buenos ojos a los fotógrafos, y fue justamente esa la razón para mi malestar de hoy día.

Hace algunos años vinieron algunos fotógrafos del resto del mundo a hacer un libro de Ecuador, una obra tocada a múltiples manos, o si se prefiere una obra con diferentes lecturas sobre un mismo texto, en teoría sonaba muy bien; palabras van, otras tantas vienen, un almuerzo en una hostería en Otavalo y al regreso ..... una procesión de pendoneros con coraza y todo. Sí, justamente, se lanzaron cerca de 30 fotógrafos sobre los indígenas en procesión, yo me quedé en el autobus atónito frente a semejante salvajada, me resistí a ser parte de eso; obviamente la respuesta por parte de la comunidad indígena fue la que yo esperaba, rechazó a piedrazo limpio a los agressores foráneos. Justamente, no hay derecho que alguien ajeno se meta en mi casa y comience a fotografiar hasta lo que defeco, agresión pura y miserable.

Para ese entonces yo ya me había comenzado a cuestionar lo que era ser fotógrafo, un problema ontológico entre el ser y el deber-ser, y el ser que encontraba no correspondía para nada con el deber-ser.

Con los años fui puliendo aquello hasta que paulatinamente le di la vuelta, sigo ligado a la fotografía pero de una forma diferente, le rompí y le volví a armar, todavía no sé que pueda surgir de aquello.

Soy muy crítico con quienes imparten cursos de fotografía, creo que hay una falta de criterio no solo a nivel técnico sino que trasciende a nivel de lo ético, y es por ahí por donde va mi bronca de hoy.

Me fui al santuario del Quinche, no por cuestiones estéticas, pero siempre llevo conmigo mi vieja y querida Leica por lo que pudiere suceder. Y sucedió, y vaya que sucedió y mucho, pero en el aspecto negativo.

La puerta de entrada al santuario es algo interesante, la luz que proyecta esta puerta es algo digno de ser tomado en cuenta, sí, pero desde que retiraron la cruz del calvario de uno de los laterales de la entrada, ésta perdió significativamente valor estético, solo quedaron los mendigos y nada más. Con desagrado pude ver como los estudiantes de fotografía del "Centro de la Imagen Alianza Francesa" (vaya nombre pomposo para un simple club foto) se lanzaban sobre un mendigo, llegué a contar 10 personas que disparaban a malsalva sobre un pobre individuo, luego otra tanda de 10 más que sin mediar palabra alguna con el personaje solo disparaban sobre si, más tarde una mujer (alumna también) hizo lo propio. Hasta ahí llegó mi tolerancia, le llamé la atención y le pregunté si le era hermosa la estética de la miseria, la mujer me miró con desdén hasta preguntarme quién rayos soy yo para preguntarle aquello. Y sí, ¿quién soy yo para preguntar a un estudiante de un taller de fotografía de un club foto algo así?, pues, la respuesta más obvia sería: NADIE.

La mujer no tenía la culpa de aquello, la tenían sus profesores que irresponsablemente les lanzaron cual chacales en tercena, sin mediar criterios estéticos y peor aún éticos.

La fotografía per sé ya es un acto de agresión, mucho más cuando 20 mudos que ni siquiera me dirigen la palabra me agreden a mansalva.

Es difíl aquello, aunque el otro día pude ver como alguien que funge de profesor de fotografía tuvo el mal gusto de montar una pequeña muestra online, pude constatar con estupor como aquel individuo tenía el descaro de disparar a mediodía en Quito a pleno sol, luz 100% zenital, el resultado obviamente era terrible, pero lo lamentable es que aquel ni cuenta se dio porque no sabe ni siquiera lo elemental del quehacer fotográfico. La luz de estos lares equinocciales es asesina para la fotografía, hay que tener mucho cuidado con eso.

La fotografía es lenguaje, y como toda lengua tiene sus reglas de sintaxis, que si la queremos violar en algún momento, sea violada a propósito y con conocimiento pleno de la norma.

En fotografía, como en todo, cualquier cosa está permitida, el QUÉ no es el problema, es el CÓMO.

Por demás está decir, que instrumentalizar la miseria es lo más denigrante y obsceno que pudiera haber.

Para esto, busqué algún responsable de semejante estupidez, no encontré a nadie.

Cual sicarios, salgan a matar y así les graduamos.

viernes, 23 de mayo de 2008

una cita

"El software es como el sexo, es mejor cuando es gratis"
Linus Torvalds

martes, 20 de mayo de 2008

el ordenador encantado y el papa androide

Ray Bradbury

Ordenador encantado, Papa Androide,
dato almacenado, esperanza eslizoide.
Necesidad humana, sueños de horror,
alimento nocturno para el ordenador
que así cosecha ceros y suma y crece,
derriba lo perverso donde aparece
y pone de rodillas al mal osado
con un cuchillo eléctrico mal entintado.
El Papa Androide, mientras, se alza del suelo
para ir con los físicos a medio vuelo,donde su mente eléctrica privilegiada
llama, en país de ciegos, a la cruzada,
y la fe crece, y crecen gravedad y masa,–Andrómeda centrifuga, que luce y pasa–;
como una mosca mengua lo material
cuando el Androide sirve un té papal
al Santo de las dudas, Tomas, y a mí,
y a ti, lo tuyo, repito, lo tuyo a ti,
y monta últimas cenas con elegidos
donde los grandes físicos vuelan perdidos
y el hombre sorprendido, que no ve nada,
duda entre magnitudes, voluntad helada.
Aquí, al momento, llega, ¡hosanna!, el Papa
Ordenador y Eléctrico, Señor de un mapa
donde todo se rinde, ya sin camino,
y un gran vacío llena el hueco divino,
sin misterio, ni emblema, ni luz, ni guía,
con velos y arrogancias de nieve fría
que Dios sirve en raciones, ¡tomad, hermanos!,
en años luz de mares, lagos, pantanos,
aguas donde se ahoga, en lo mas profundo,
la mente ordenadora que escruta el mundo
sin hallar la respuesta al afán certero
del huevo o la gallina: ¿qué fue primero?
La respuesta se esconde en el ancho cielo
donde los astronautas, inútil vuelo,
suben con sus cohetes, y de esperanza
el Papa un gran castillo de fuegos lanza,
con cintas en la tripa, corriente alterna,
Galilea en metáforas, pólvora eterna,
y amasa un pan que crece y sirve un vino
que es sangre para el alma, sacro destino,
y, con palabras huecas, llena vacíos,
como un vuelo de pájaros de fuegos píos
que se agitan y funden, mensaje alado,
y así, el hombre sediento, se halla saciado.
Pero el misterio queda y al hombre sigue
una lluvia fantasma que le persigue.
Con máquinas–fábrica para artilugios,
a medias satisfecho con sus refugios
donde al doble misterio, dan voz y eco
un ordenador Mago y un Papa Hueco.

¡maldito nerd!

¡Oooootra vez!

A ratos mi nerdismo ya me fastidia, pero ¿qué le vamos a hacer?, reconocerse como mezcla rara entre anarquista y nerd es algo que no se ve todos los días.

El tema freaky de hoy es el lanzamiento de WINE 1.0 RC1. Wine es una capa de compatibilidad con software diseñado para correr bajo Windows para máquinas que funcionan con algún tipo de POSIX, sea este Mac OS X, Linux o Unix.

Al fin, después de 15 años la gente de Wine lanza la versión 1.0, obviamente no solo que ha tenido que pasar mucho tiempo y aprendizaje bajo el puente, sino que Google, Adobe y otras grandes empresas han puesto dinero, y no poco, para que los programadores de Wine puedan al fin lanzar su tan deseada versión 1.0.

Esto significa que cada día hay menos razones para que alguna gente esté atada al sistema operativo de Redmond, ahora los usuarios que no encuentren un equivalente libre para el software al que han estado acostumbrados, podrán seguir usando dicho software pero bajo sistemas libres o si prefiere con Mac OS X (que es un POSIX fifí)

Programas como la suite de Adobe, o los conocidos CAD y el mismísimo Microsoft Office ahora podrán tenerlos funcionando a plenitud en Linux o Unix.

Mi experiencia con Wine ha sido buena, he corrido Photoshop y Flash sin ningún tipo de problema, obviamente que con sus limitaciones, las mismas que ya han sido corregidas y a la espera del lanzamiento de la versión definitiva para el mes de julio. Sin embargo, para los nerds (como yo) ya está disponible para su descarga la versión RC1, lo que significa que es una versión ya congelada en el desarrollo del código fuente y que solamente se están haciendo correcciones de errores de última hora, por lo que ya se podrá tener una visión bastante clara de lo que será la versión definitiva.

Un vez más disculpas por haber estado tan nerd en el último tiempo, talvez sea porque estoy tan metido en el desarrollo de mi nueva animación, que ya no se me ocurren más temas que los que tengan que ver con las computadoras.

Tenía listo un post bomba, justamente sobre bombas (ciertas aclaraciones técnicas al ministro del ramo), pero por consejo de una persona muy querida he obviado su publicación. Siempre hay temas en esta ínsula barataria y solamente hay que ponerle ojo.

domingo, 18 de mayo de 2008

migas de pan

Jesús Gómez Gutiérrez

15 de mayo de 2008


Dice María Isabel Salvador, ministra ecuatoriana de Asuntos Exteriores, que el informe de la Interpol sobre los papeles de Reyes «no tiene validez jurídica»; o dicho de otro modo, que por muy auténticos que sean dichos papeles, no constituyen prueba de cargo contra el gobierno que representa. Es cierto: sin pruebas concretas, sólo son afirmaciones de un miembro de las FARC. Pero un gobierno que tuviera la conciencia y las manos limpias debería ser el primer interesado en pedir que se tire de la manta y se investigue.

Sobra decir que en este asunto no hay ninguna confabulación. La conexión entre las FARC y un sector determinado de la izquierda latinoamericana, precisamente la que marca el paso con los discursos de Chávez, es tan vieja como conocida para cualquiera que no se haya caído del guindo hace cinco minutos. Nadie, ni en Washington ni en Bogotá ni en Tombuctú, necesita inventar nada. Está ahí, para quien quiera verlo, escrito por todas partes. Como la cobertura internacional, obvia en lo político y veremos si también en lo económico, de un conflicto donde Colombia pone los muertos para que otros jueguen a libertadores.

La respuesta del presidente de Venezuela ha sido despacharse con la Interpol y su director. Show vergonzoso, vagabundo, bandido, etc. Palabras del que hace unos días llamaba neonazi a Angela Merkel. Palabras de un farsante que dirige una farsa política. Pero esta vez podría haber ido demasiado lejos. De todas las afirmaciones sobre las FARC hay una que resulta especialmente útil en el tema que nos ocupa: son un resto de la guerra fría. Los protagonistas principales se marcharon, sus causas desaparecieron y quedó, como suele ocurrir, un caserón con las puertas abiertas. De vez en cuando entra un listo, manipula los objetos, habla con los fantasmas y se pregunta qué puede ganar; de vez en cuando entra un vecino y tropieza. El presidente de Venezuela es el primer personaje; el de Ecuador, el segundo. ¿Entraron por accidente? ¿Por iniciativa propia? ¿Siguiendo un rastro de migas de pan? Son preguntas muy interesantes, pero el resultado es idéntico. Ya no estamos en la guerra fría y estos señores no son ecos del pasado sino líderes del presente. Que deberían asumir sus responsabilidades políticas y llegado el caso, por supuesto, jurídicas.

Puede que el gobierno de Correa todavía tenga la posibilidad de recapacitar y aprender. Debería empezar por elegir mejor a sus amigos y dejar de confundir la propaganda para consumo interno, llena de patria y más patria, con la política internacional. La izquierda democrática intenta mentir lo menos posible y afrontar la realidad que nos ha tocado. No hay otro camino. Los atajos de los demagogos como Hugo Chávez terminan en callejones sin salida. Ellos no ofrecen soluciones, sino algo bien distinto: ofrecen problemas fáciles. Y cuando no están en la mesa de los grandes, se queman.

jueves, 15 de mayo de 2008

cuentos del desfortunio



¡Ya era hora!

Cuatro años después de haber terminado este corto, recién me animo a publicarlo en la red. Ha conseguido sus cositas por algunos festivales.

Una buena forma de hacer algo que no sea hablar de tecnología, sino mostrar las cosas que uno hace, aunque no soy muy adepto a mostarlas tan fácilmente.

miércoles, 14 de mayo de 2008

obsesión monotemática nerdo-geek



Ya que estoy maluco, me entró obviamente el bicho nerdo-geek una vez más.

Como buen nerd monotemático, tengo una obsesión con los efectos de escritorio de compiz-fusion en ubuntu 8.04. Este es un video colgado el llutub. Mi máquina está configurada de una forma más guapa.

Ojalá no les parezca demasiado nerdismo de mi parte.

una más

Día extraño. Mucho estrés, algo de malestar físico.
Una más de Groucho Marx, a ver si así me sube algo de algo.

"Acepte por favor mi dimisión. No deseo pertenecer a ningún club que me acepte como miembro"

domingo, 11 de mayo de 2008

I'm your man

Leonard Cohen, ¡salud!

¿cuánta democracia es demasiado?

Slavoj Zizek


"Democracia" no es meramente el “poder de, por, y para la gente", no es suficiente sólo afirmar que, en la democracia, la voluntad y los intereses (que de ninguna manera coinciden automáticamente) de la gran mayoría determinan las decisiones estatales. La democracia -en la manera en que este término se usa hoy- concierne, sobre todo, al legalismo formal: su definición mínima es la adhesión incondicional a un cierto juego de reglas formales que garanticen que los antagonismos están totalmente absorbidos dentro de las “reglas del juego.”

"Democracia" significa que, ante cualquier manipulación electoral que realmente haya tenido lugar, cada agente político respetará los resultados incondicionalmente. En este sentido, las elecciones presidenciales norteamericanas del 2000 fueron efectivamente "democráticas". A pesar de las obvias y patentes manipulaciones electorales en Florida, el candidato Democrático aceptó su derrota. En las semanas de incertidumbre después de las elecciones, Bill Clinton hizo un comentario mordaz y apropiado: " La gente americana ha hablado; nosotros apenas sabemos lo que ellos dijeron" Este comentario debe ser tomado más en serio de lo que fue tomado, pues reveló cómo la actual maquinaria democrática puede ser problemática, para decirlo rápidamente. ¿Por qué la izquierda debe respetar siempre e incondicionalmente las “reglas formales del juego"? ¿Por qué si, en algunas circunstancias, se debe poner en cuestión la legitimidad del resultado de un procedimiento democrático formal?

Alternativamente, hay por lo menos un caso en que los demócratas formales (o, por lo menos, una porción sustancial de ellos) tolerarían la suspensión de la democracia: ¿Y si las elecciones formalmente libres son ganadas por un Partido anti-democrático cuyas promesas de plataforma son la abolición de la democracia formal? (Esto pasó, entre otros lugares, en Argelia hace unos años.) En tal caso, muchos demócratas indicarían que las personas no son lo bastante "maduros" aún para que les sea permitida la democracia, y que algún amable déspota ilustrado -cuyo objetivo sería educar a la mayoría para volverlos propiamente demócratas- es preferible.

Siguiendo esta línea de ataque retórica, la limitación gradual de la democracia es claramente perceptible en los esfuerzos por "volver a pensar" la situación actual en las consecuencias de la guerra en Irak. Uno es, claro, por la democracia y los derechos humanos, pero uno debe volverlo a pensar. Una serie de recientes intervenciones en el debate público da un sentido claro de la dirección de esto que "vuelve a pensarse. En “El Futuro de Libertad”, Fareed Zakaria, un columnista favorecido de Bush, localiza la amenaza a la libertad en “llevar en exceso a la democracia", es decir, en el levantamiento de democracia "iliberal en casa y en el extranjero". Él delinea la lección de que la democracia sólo puede tener éxito en los países económicamente desarrollados: Si se democratizan a los “países en vías de desarrollo" prematuramente, el resultado es un populismo que acaba en la catástrofe económica y el despotismo político.

Ninguna maravilla, esta teoría marcha con el hecho de que hoy los países del Tercer Mundo económicamente más exitosos (Taiwán, Corea Sur, Chile) sólo abrazaron la democracia plena después de un período de gobierno autoritario. Las lecciones inmediatas para Irak son claras e inequívocas: Sí, los Estados Unidos deben llevar la democracia a Irak, pero no inmediatamente. Debe de haber primero un período de cinco o más años en que un régimen benignamente autoritario, -EE.UU.- controle y haga la tarea de crear las condiciones apropiadas para el funcionamiento eficaz de la democracia. Por ejemplo, ese régimen no tolerará un deseo democrático de nacionalizar las ganancias del petróleo, o un deseo de aplicar sanciones a Israel, o una negativa a los esquemas de libre comercio global. Nosotros sabemos ahora lo que significa llevar la democracia: Significa que los Estados Unidos y sus “deseosos compañeros" se impongan como los últimos jueces que deciden si y cuando un país está maduro para la democracia.

En cuanto a los Estados Unidos mismos, el diagnóstico de Zakaria es que "América está abrazando cada vez más un populismo tonto que valora la popularidad y la franqueza como la medida importante de legitimidad. ... El resultado es un desequilibrio profundo en el sistema americano, más democracia pero menos libertad." El remedio es así neutralizar esta excesiva "democratización de la democracia" delegando más poder a los expertos imparciales asilándolos de la disputa democrática, como bancos centrales independientes.

Tal diagnóstico no puede sino provocar una risa irónica: Hoy, en la supuesta “excesiva democratización” ("overdemocratization"), los Estados Unidos y Gran Bretaña comienzan una guerra en Irak contra la voluntad aplastante del resto del planeta (y, en el caso de Gran Bretaña, de sus propios habitantes). ¿Y nosotros no estamos todo el tiempo, dando testimonio de la imposición de decisiones importantes concernientes al comercio global por cuerpos "imparciales" exentados del mando democrático? ¿Más aun fundamentalmente, no es ridículo quejarse de la "excesiva democratización" en un tiempo en que las importantes decisiones económicas y geopolíticas son, como regla, un problema de no elecciones? Durante por lo menos las últimas tres décadas, las demandas de Zakaria son ya un hecho.

Qué nosotros lo atestigüemos hoy eficazmente es una grieta en el ideológico estilo de vida, dónde se solicita rabia y ferocidad en los debates y se crean opciones (el aborto, los matrimonios de gays, etc.), y la política económica básica se presenta como un dominio despolitizado de la autoridad del especialista - la proliferación de la "overdemocracy" con los "excesos" o la acción afirmativa, la "cultura de la queja", y las demandas para financiar y restituir a las víctimas, es finalmente el frente cuyo lado trasero es la tejedura silenciosa de la lógica económica.

El anverso de la misma tendencia a neutralizar los excesos democráticos es la destitución abierta de cualquier cuerpo internacional que controlaría la conducta de una guerra eficazmente. Ejemplar aquí es Kenneth Anderson quien en su reciente ensayo publicado en The New York Times Magazine "¿Quién posee las reglas de la guerra?" cuyo subtítulo hace inequívocamente el punto claro: "La guerra en Irak exige un repensar las reglas internacionales de conducta. El resultado podría significar menos poder para lo neutral, los bien-intencionados grupos de derechos humanos y más para los grandes-estados-que manejan la batuta (big-stick-wielding states). Ésa sería una cosa buena”.

La queja principal de este ensayo es que, "durante los últimos 20 años, el centro de gravedad que había establecido, interpretando y formando la ley de guerra ha cambiado gradualmente fuera de los ejércitos de los principales estados principales hacia los activistas y las agresivas ONGs". Esta tendencia se percibe como un desequilibrado, "injusto" hacia los grandes poderes militares que intervienen en otros países, y parcial hacia los países atacados -con la clara conclusión de que los ejércitos de los grandes-estados-manejadores-del-garrote (big-stick-wielding states)" deben ellos mismos determinar las normas con las que han de juzgar sus propias acciones.

Esta conclusión es de hecho consistente con el rechazo americano de la autoridad de la Corte Delictiva Internacional sobre sus ciudadanos. Y por ello deletrea una realidad amarga: que una nueva edad oscura está descendiendo en la raza humana.

sábado, 10 de mayo de 2008

el objetivo es desarmar al enemigo

Karl von Clausewitz

Este es un fragmento del libro "De la Guerra", valioso en estos momentos que algunos "expertos" han soltado tantas estupideces, espero que solo sean estupideces por ignorancia y un pésimo asesoramiento.

Hemos afirmado que el desarme del enemigo es el propósito de la acción militar, y ahora conviene mostrar que esto es necesariamente así, por lo menos en teoría. Para que al oponente se someta a nuestra voluntad, debemos colocarlo en una tesitura más desventajosa que la que supone el sacrificio que le exigimos. Las desventajas de tal posición no tendrán que ser naturalmente transitorias, o al menos no tendrán que parecerlo, pues de lo contrario el oponente tendería a esperar momentos más favorables y se mostraría remiso a rendirse. Como resultado de la persistencia de la acción militar, toda modificación de su posición tiene que conducirlo, por lo menos teóricamente, a posiciones todavía menos ventajosas. La peor posición a la que puede ser conducido un beligerante es la del desarme completo. Por lo tanto, si hemos de obligar por medio de la acción militar al oponente a cumplir con nuestra voluntad, tenemos o bien que desarmarlo de hecho, o bien colocarlo en tal posición que se sienta amenazado por la posibilidad de que lo logremos. De ahí se desprende que el desarme o la destrucción del adversario (sea cual fuere la expresión que escojamos) debe consistir siempre el objetivo de la acción militar.

Pero no cabe considerar la fuerza como la acción de una fuerza viva sobre una masa inerte (el aguante absoluto no sería guerra en modo alguno), sino que es siempre el choque entre dos fuerzas vivas. En ese sentido, lo que hemos afirmado sobre el objetivo último de la acción militar es aplicable a uno y otro bando. De nuevo nos hallamos aquí ante una acción recíproca. Mientras no haya derrotado a mi oponente, tengo que albergar el temor de que sea él quien pueda derrotarme. Por tanto, no soy ya dueño de mí mismo, sino que aquél me justifica, al tiempo que yo lo justifico a él. Es esta la segunda acción recíproca que conduce a un segundo caso extremo.

viernes, 9 de mayo de 2008

el comunismo posmoderno

Gianni Vattimo


Un adiós al socialismo que ha dejado de creer en la transformación radical de la sociedad. Aunque quizá, todavía, la revolución se puede pensar en términos menos autoritarios, más irónicos y anárquicos.

Era poco compasivo el comentario de Noam Chomsky sobre el grueso volumen que hace unos años llamó su atención, el Imperio de Toni Negri, traducido por Alcira Bixio que, quizá también por mérito de su colaborador norteamericano Michael Hardt, parecía menos hermético que muchas de las obras del profesor de Padua. Chomsky observó que las tesis de Imperio podrían haber sido expresadas de forma más útil y clara en un número de páginas mucho menor, en vez de en un volumen de ese estilo y de esas proporciones. Leyendo ahora las conversaciones de Negri con Raf Valvola Scelsi autor, entre otras cosas, de una antología de textos políticos titulada Cyberpunk nos damos cuenta de cuan útil es para la comprensión, e incluso para la capacidad persuasiva de las ideas de Negri, la colaboración de alguien que le escuche y que le ayude a resumirlas y aclararlas.

Adiós al socialismo (Goodbye Mr Socialism es el título de la edición italiana), el libro del que aquí se habla no es para nada, como es obvio para cualquiera que conozca a Negri, una puesta en acto de lo que desgraciadamente gran parte de la izquierda parece haber aceptado, esto es, que no hay ningún sistema económico eficaz a parte del capitalismo. Al socialismo aquí se le dice adiós justamente porque se ha dejado fascinar (y no precisamente por motivos estéticos) por el modo de producción capitalista, renunciando a su propósito originario de conducir a la humanidad fuera de la prehistoria de la explotación y de la violencia. El desastre del socialismo real de la URSS, culminado en la dictadura stalinista y sus crímenes sangrientos, se explicaría fundamentalmente por estas traiciones originarias que, más allá de las decisiones personales de Stalin, se volvieron necesarias por el asedio en el que desde el principio las potencias capitalistas encerraron al estado soviético. De todo lo demás nos podemos hacer una idea fácilmente: para llevar la Rusia feudal de principios del siglo XX hasta el punto de competir con EEUU en la carrera espacial en los años cincuenta, era difícil no seguir el camino de la industrialización forzada que hizo que se perdiera todo contenido liberatorio del sistema de los soviets: del programa original de Lenin (comunismo como la suma de soviet e industrialización) quedó solamente el ideal del desarrollo industrial acelerado, necesario para no ser estrangulados por el asedio del capitalismo (y para, entre otras cosas, combatir a Hitler durante la Segunda Guerra Mundial). No es que así Negri absuelva completamente a Stalin y a la clase dirigente soviética que lo siguió; pero si que muestra cuánto de objetivamente inevitable hubo en la involución de la Rusia de la Revolución de Octubre hasta la caída del muro de Berlín. Todo se deriva de no haber creído, o de no haber podido creer, tanto en la transformación radical de la sociedad como en la creación del nuevo hombre soviético que la tendría que haber producido.

Por lo tanto el socialismo ha muerto por suicidio, se ha reducido en los sistemas socialdemócratas industriales, a un capitalismo de Estado que –justamente en cuanto fundado en la idea de beneficio, rebajada tan solo con algún mecanismo redistributivo (sociedad del bienestar etc.)- da muestras de no poder ir al mismo ritmo que el capitalismo “auténtico” que busca los beneficios y para lo cual reconstruye continuamente estructuras de dominio y de explotación. El final del socialismo, se podría decir, demuestra para Negri la imposibilidad de que el capitalismo siga existiendo. En ello tiene una buena parte de responsabilidad el desarrollo de las tecnologías en la era de la informática.

¿Cómo se puede pretender, por ejemplo, que siga siendo posible defender la propiedad intelectual -de los software, de los brebajes farmacéuticos, de la música, de las películas- en una sociedad en la que Internet tiende a poner todo “en común”?

Incluso fenómenos como Echelon –el sistema de interceptación “universal” de mensajes que, dirigido por EEUU y Gran Bretaña, ya vigila toda nuestra vida- ya no permite pensar en la distinción entre público y privado en los términos tradicionales; y si no se quiere transformar todo esto en una horrenda máquina orwelliana, es necesario repensar el sistema social al completo. Que en el fondo debería recuperar el ideal original del soviet- de los consejos de ciudadanos implicados en primera persona en la dirección colectiva de la cosa pública.

Negri, que acaba de publicar otro libro voluminoso y “programático”, Multitud. Guerra y democracia en el nuevo orden imperial confía mucho en la potencia de las nuevas tecnologías en el sentido de la afirmación de lo que él llama “lo común”, esto es, que no es privado pero que tampoco es público en el sentido tradicional, es decir, estatal. Comunes son ciertos bienes que, como en las sociedades preindustriales, y todavía hoy en ciertas formas de cultura comunitaria no completamente europeizadas (por ejemplo las sociedades andinas), están a disposición de todos (como por ejemplo lo fueron los pastos comunales). Agua y aire limpio son bienes “comunes” de este tipo, que tienden a serlo siempre y cuando no cambie el orden capitalista en el que todavía vivimos. Un comunismo “soviético” en el sentido originario de la palabra parece hoy más posible de cuanto lo fuera a principio del siglo XX: por ejemplo (como sugería un bonito libro de Aldo Schiavone de hace ya unos cuantos años) en una sociedad en la que todos tengan acceso a la red informática es más fácil evitar la burocratización de los partidos y de las estructuras estatales que han sofocado las sociedades socialistas, ya que se puede poner en común mucha más información y así también democratizar muchas de las decisiones de interés general.

El pensamiento post-moderno del que Negri desconfía injustamente, quizá por un exceso de influencia de autores anglosajones o incluso del propio Habermas- al cual demonizan como el enemigo de esa “modernidad” que ni siquiera a Negri debería gustarle tanto (stalinismo como estado más “modernización”)- ha trabajado precisamente sobre este terreno, sobre la apertura a nuevas formas de vida individual y colectiva menos centradas en el sujeto propietario e incluso quizá menos relacionadas con los ideales “políticos” de la modernidad. Precisamente en cuanto post-modernos, podemos decir, que pedimos excusas por la ausencia de programas estrictamente políticos dentro del discurso de Negri. Cuando habla de las multitudes y de los síntomas de su despertar de varias formas y en diferentes partes del mundo (no global, experiencias cooperativas etc.) parece que sus tesis se difuminan en una especie de espera mística de una renovación que –justamente por eso- no puede identificarse con la fundación de un partido o con la toma del Palacio de Invierno.

Puede que sólo el postmodernismo (y estoy pensando en Nietzsche y en Heidegger, al cual Negri tacha de reaccionario) pueda ayudarnos a pensar una “revolución” que no pretenda crear un nuevo “orden” establecido y formalizado rígidamente (como en el fondo querría Habermas), sino que acepte preparar, con un estilo un poco más irónico y anárquico, nuevas formas de existencia, de las cuales, por ahora, tenemos sólo una vaga intuición.

¡soy marxista!

-A quien va usted a creer, ¿A mí, o a sus propios ojos?

Groucho Marx

jueves, 8 de mayo de 2008

¡que alguien me explique!

"Y por eso digo que Saddam es un terrorista: tiene bigote"
Esta es la definición de terrorismo que hace el pequeño W según la Inciclopedia (Wikipedia en joda)

Bueno, algo parecido pasa por acá cuando se pide que definan qué mismo es el terrorismo, y de pronto se acusa a los gringos, que Uribe es un chacal del imperio, etc, etc, etc. Bueno, ¿y qué es terrorismo? .......(canto de grillos).

Terrorismo es la sucesión de actos de violencia caracterizados por inducir al terror y dirigidos a la población civil de manera deliberada. A ver, resumiendo, terrorismo es transformar a objetivos civiles en objetivos militares a través de terror.

¿Bombardeo a un poblado en Irak es terrorismo?
Sí, es terrorismo, siempre que este fuere un acto deliberado.

¿Secuestro de ciudadanos para transformarlos en escudos humanos de una guerrilla?
Sí, es terrorismo porque los ciudadanos (civiles) han sido secuestrados de forma deliberada con un claro objetivo militar.

Ah, no creo que Uribe sea un chacal del imperio, sino que el imperio la hace de chacal de Uribe. Esto solamente para remover el tablero un poquito, a ver si así pueden seguir jugando.

¿Entendieron?
...........(canto de grillos)

¿Qué mismo es soberanía?
Es el ejercicio de autoridad soberana que reside en el pueblo y que se ejerce a través de los poderes del estado.

¿Entendieron?
..........(canto de grillos)

O sea, no hay soberanía alimentaria, ni energética, ni de los choferes. La soberanía es el poder del pueblo expresado a través de los poderes del estado.

No confundan señores doctores graduados en Lovaina, soberanía es oooooootra cosa muy distinta a la que ustedes plantean. ¿O será que crear confusión en los conceptos da votos?

No sé, lo único que sé es que alguien (de cuyo nombre no quiero acordarme) reconoció nunca haber leído a Marx, obviamente porque en Lovaina no está Marx en el pensum de lecturas, y peor en los Estados Unidos.

Ahora entiendo porqué se hace uso de la versión descafeinada del socialismo autoría de Heinz Dieterich Stefan, y obviamente un año y medio después todavía no pueden explicarnos qué mismo es su socialismo, no pueden porque está en construcción. Y está en construcción sin planos, sin cálculos, sólo albañiles y cada cual por su lado.

miércoles, 7 de mayo de 2008

y ahooooooora ...... ¡Tom Waits!



Siempre es tan refrescante el tono deliciosamente decadente de Tom Waits

hoy me toca

Hace unos días publiqué una fotografía inédita de mi padre, hoy me toca el turno (también inédita).

domingo, 4 de mayo de 2008

instrucciones para dar cuerda al reloj

Julio Cortázar


Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj


Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Instrucciones para dar cuerda al reloj

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. ¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.

sábado, 3 de mayo de 2008

Mr. Hilter



Monty Python, of course!

art-virus



¡Absolutamente recomendable!

viernes, 2 de mayo de 2008

Warhol, introducción al fetichismo

Jean Baudrillard


Andy Warhol parte de no importa qué imagen para eliminar de ella lo imaginario y hacerla un puro producto visual. Lógica pura, simulacro incondicional. Steve Miller (y todos aquellos que retrabajan "estéticamente" la imagen-video, la imagen científica, la imagen de síntesis) hace exactamente lo inverso: refunda la estética con un material en bruto. Uno se sirve de la máquina para rehacer arte, el otro (Warhol) es una máquina. La verdadera metamorfosis maquinal es Warhol. Steve Miller no hace más que simulación maquinal y se sirve de la técnica para hacer ilusión. Warhol nos libra de la ilusión pura de la técnica –la técnica como ilusión radical–, muy superior a la de la pintura.

En este sentido una máquina puede convertirse en célebre, y Warhol no pretendió nunca otra cosa que esta celebridad maquinal, sin consecuencias, que no deja huella. Celebridad fotogénica, que releva también la exigencia de cualquier cosa y de todo individuo hoy de ser visto, de ser registrado por la mirada. Así hace Warhol: no es más que el agente de la aparición irónica de las cosas. No es más que el medio de esta gigantesca publicidad que se hace del mundo a través de la técnica y de las imágenes, forzando nuestra imaginación a borrarse, nuestras pasiones a extrovertirse, hiriendo el espejo que ofrecemos, hipócritamente más allá, para captarlo a nuestro beneficio.

Por las imágenes, por los artefactos técnicos de todas las suertes, de los cuales los de Warhol son el "tipo ideal" moderno, el mundo es el que impone su discontinuidad, su despedazamiento, su estereofonía, su instantaneidad superficial.

Evidencia de la máquina Warhol, de esta extraordinaria máquina para filtrar el mundo en su evidencia material: las imágenes de Warhol no son del todo banales porque sean el reflejo de un mundo banal, sino porque resultan de la ausencia de toda pretensión del sujeto a interpretarlo: son el resultado de la elevación de la imagen a la figuración pura, sin la más mínima transfiguración. No se trata entonces de una trascendencia del signo que, perdiendo toda significación natural, resplandece en el vacío de toda su luz artificial. Warhol es el primero en reintroducir el fetichismo.

Si lo pensamos bien, ¿qué hacen de todas maneras los artistas modernos? Así como los artistas después del Renacimiento pensaban hacer pintura religiosa y no hacían sino retocar de hecho las obras de arte, ¿nuestros artistas modernos piensan producir obras de arte y de hecho no hacen más que retocarlas? ¿Es que los objetos que producen no son más que arte? Objetos-fetiches, por ejemplo, pero fetiches desencantados, objetos puramente decorativos, de uso temporal (Roger Caillois diría: adornos hiperbólicos). Objetos literalmente supersticiosos, en el sentido que no revelan una naturaleza sublime del arte ni responden ya a una creencia profunda del arte, sino que perpetúan la superstición bajo todas sus formas. Los fetiches son, entonces, de la misma inspiración que el fetichismo sexual, que es de hecho sexualmente indiferente, pues al constituir su objeto en fetichismo, niega a la vez la realidad del sexo y el placer sexual. El fetichismo no cree en el sexo, no cree más que en la idea del sexo (que de seguro es asexuada). De la misma forma, no creemos en el arte, sino solamente en la idea del arte (que en rigor no tiene nada de estética).

Es porque el arte, no siendo sutilmente otra cosa que una idea, se ha metido en el trabajo de las ideas. El portabotellas de Duchamp es una idea, la lata Campbell de Warhol es una idea, Yves Klein, vendiendo aire a cambio de un cheque en blanco en una galería, es una idea. Todas éstas son ideas, signos, alusiones, conceptos. Eso significa nada, pero significa al menos. Eso que llamamos arte hoy parece llevar el testimonio de un vacío irremediable. El arte es travestido por la idea, la idea es travestida por el arte. Se trata de una forma, nuestra forma de transexualidad, llevada al dominio del arte y de la cultura. Transexual a su manera, el arte es atravesado por la idea y particularmente por los signos de su desaparición.

Todo el arte moderno es abstracto en el sentido de que está atravesado por la idea, más que por la imaginación de las formas y las sustancias. Todo el arte moderno es conceptual en el sentido de que fetichiza en la obra el concepto, el estereotipo de un modelo cerebral del arte; exactamente como aquello que es fetichizado en la mercancía no tiene valor real, sino en el estereotipo abstracto de su valor. Dirigido a esta ideología fetichista y decorativa, el arte no tiene existencia propia. En esta perspectiva se puede decir que estamos en vías de una desaparición del arte en cuanto actividad específica. Esto puede conducir ya sea a una reversión del arte en técnica y artesanado puros, transferido eventualmente a la electrónica, como podemos ver por todos lados, o hacia un ritualismo primario, donde no importa quién hará el oficio de producir utensilios estéticos: el arte se detiene en el kitsch universal, tal y como el arte religioso en su tiempo terminó en el kitsch del santo suplicio. Quién sabe si el arte, como tal, no sea más que un paréntesis, una suerte de lujo efímero de la especie. El tedio es lo que esta crisis interminable del arte amenaza en devenir. Y la diferencia entre Warhol y todos los otros que se acomodan a esta crisis interminable, es que con Andy Warhol la crisis del arte ha terminado sustancialmente.

jueves, 1 de mayo de 2008

El Acorazado Potemkin



Un fragmento de una de las obras maestras del cine, a propósito del 1 de mayo.

La historia del amotinamiento de los marineros del acorazado Potemkin, buque de la armada zarista, en el puerto de Odesa, ciudad ubicada en la ribera del mar Negro en la península de Crimea. Serguéi Eisenstein fue uno de los puntales de cine soviético y creador de esta obra genial.

No dejaré de admirar profundamente el trabajo de Eisenstein.

Stalin elimina la introducción hecha por Trotsky. Esta obra obviamente también fue censurada por completo en la Alemania nazi. Sin embargo, en 2004 fue restaurada completamente, incluida la introducción de León Trotsky.

Me reconozco como un anarquista, es por esa razón que detesto a los rojos, y a los otros peor. La esencia del pensamiento revolucionario que tiene esta maravilla cinematográfica no podía quedar de lado, y mucho menos en una fecha como hoy.

Obviamente me quedaré trabajando y no saldré a ninguna marcha aburrida de la izquierda (aburrida también).

ara pacis



El alcalde de Roma, el en su juventud neofascista Gianni Alemanno, ha decidido desmontar la estructura que protege el Ara Pacis (Mausoleo de Augustus Caesar).

La estructura es de autoría del arquitecto norteamericano Richard Meier (premio Pritzker 1984), fue terminada en el año 2006, el recubrimiento arquitectónico despertó malestar y críticas de algunos sectores ya que es una obra de carácter contemporáneo en el casco histórico romano.

Sin embargo, las razones para cubrir al Ara Pacis por una estructura fueron justamente la preservación del monumento, ya que la contaminación generada por el ser humano ha empezado a deteriorar las estructuras de mármol.