miércoles, 12 de noviembre de 2008

el infantilismo, Obama y la reconstrucción del imperio

Lenin criticaba de manera caústica al “voluntarismo” y al “infantilismo de izquierda”, consideraba que eran mucho más perniciosos que la propia reacción y, con el pasar de los años la historia le ha dado la razón.

Tiempos feos y difíciles para América Latina, el infantilismo de izquierda encarnado por un mico, un despistado y un bocón están dando el camino de los “nuevos” tiempos para la subregión, sin embargo, hay un nuevo elemento que ha entrado en la partida, este nuevo actor es el presidente electo gringo Barak Obama y las consecuencias que tendrá para la región.

No es necesario ser un genio para entender que Chávez es hijo de la experiencia Bush, que es su mejor y más fructífero engendro, que es el “antagonista” a la altura de las circunstancias, el oponente ideal para el peor presidente de la historia de los Estados Unidos de Norteamérica. Es tan obvio entender que los “oponentes” no son más que parte del juego ideal.

El reto que tendrá que afrontar Obama es la reconstrucción del imperio, un imperio al que se le comienzan a ver las costuras por obra y gracia de un pobre ser cuyo máximo sueño era ser dueño de un equipo de beisbol y, que terminó siendo un inquilino de la Casa Blanca para desgracia de 300 millones de norteamericanos y 5000 millones de habitantes del planeta.

Nunca antes el imperio ha estado tan débil, sin norte, en una confusión terrible. Como consecuencia de tanta mediocridad y corrupción ahora está enfrentando la más grande crisis económica de su historia, crisis que está arrastrando a algunos países del globo y el primero en caer fue la próspera Islandia. Nunca antes los sueños de la izquierda estuvieron más cerca, sin embargo nadie lo vio, nunca antes el imperio dio muestras de desmoronarse como ahora, sin embargo, Chávez grita y vocifera sin saber que su mejor aliado estaba sentado en la Casa Blanca, grita y vocifera porque no tiene idea de donde está parado.

Obama reconstruirá el imperio, el más grande imperio que la especie humana ha visto, el sueño de Nabucodonosor realizado, y Obama lo reconstruirá, él lo sabe y su pueblo lo espera, pero por estas tierras los “líderes” aún no se percatan que el imperio ha asegurado su supervivencia y que su aliado ideal pronto abandonará el poder.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen comentario primo, porque has podido escapar de la celebración de Obama como el triunfo de la izquierda. Bajo el sistema electoral de los Estados Unidos, ningún candidato que proponga un cambio real y no estético podría llegar a la nominación de uno de los dos grandes partidos, mucho menos a la presidencia. Obama es prueba de ello. Su triunfo es el triunfo de la imagen sobre la sustancia. El eslogan de cambio y de que si podemos sirvió para esconder el hecho de que Obama era el candidato de la élite corporativa. Así lo demuestran las contribuciones de campaña, que en los Estados Unidos son públicas. Los ricos mayoritariamente dieron su plata a Obama. En lo que te equivocas es en creer que él podrá salvar al imperio. No dudo que él quiera continuar el imperio pero de diferente manera. Pero el hecho es que el imperio cada vez tiene menos medios. Así como Gorbachov aceleró la caída de la URSS, Obama será el catalizador del colapso de los Estados Unidos, algo que no es malo, si es que uno se pone a pensar que de seguir el imperio en su crecimiento económico la ecología del planeta colapsaría. Mejor que colapse la economía a que colapse la ecología.

Solo para darte una muestra de lo mal que van las cosas para los estadounidenses, cito lo que Nir Rosen escribe en Rolling Stone acerca de la Guerra de Afganistán: "Pero los bárbaros están a las puertas y los ataques cada vez se acercan más a [Kabul]... La cuidad está siendo lenta pero sistemáticamente separada del resto del país... El gobierno de Bush pone sus esperanzas en las elecciones del próximo año, pero todos con quienes hablo en Kabul coinciden en que las elecciones serán un chiste... Unas elecciones de verdad requerirían la cooperación del Talibán, y eso, a su vez, requeriría de negociaciones con el Talibán. La guerra, en efecto, ya está perdida".

Una de las pocas cosas sustanciales que Obama dijo en la campaña fue que la Guerra de Irak era un error, que lo correcto era concentrarse en la Guerra de Afganistán, la cual debía ser ganada. No dudo que va a intentar ganar, pero cuando el dólar se cotice a tres euros y el desempleo en Michigan llegue al 25 por ciento, el gobierno de los Estados Unidos va a tener que renunciar a su afán de imponer una cierta forma de vida sobre otros países.