Lamento haber estado tan alejado del blog ultimamente, cuestiones laborales y de índole personal me han tenido distante, sin embargo, ahora con bríos vamos a continuar.
Como todo niño consumí los productos mediáticos de los gringos, sobre todo las películas de la Segunda Guerra Mundial, tanto fue así que leía muchísimo sobre el tema y bien hubiera podido conseguir un doctorado sobre aquella guerra. Ahora los años pasan y comienzan a mostrar sus señas en mi pelo (cosa extremadamente agradable), sigo leyendo pero ya no con la avidez de la infancia, ahora simplemente me gusta la teoría sobre la guerra (cosa que difícilmente entienden mis amigos).
Lo sorprendente eran las películas que tenían como escenario la guerra en el Pacífico, los pobres héroes gringos eran atormentados por una malvada que se burlaba de ellos a través de Radio Tokio, la misma que era fácilmente sintonizable en toda la zona de influencia. Esa mujer perversa era conocida por el cuerpo de marina gringa como "La Rosa de Tokio", aunque su pseudónimo radial era "Orphan Ann" o para algunos Anita la huerfanita.
Lo que poca gente sabe es que esa mujer era norteamericana de ascendencia japonesa, nació en Los Ángeles el 4 de julio de 1916, hija de migrantes japoneses a la que bautizaron con el nombre Iva Ikoku Toguri.
Iva era estudiante de medicina cuando una tía en Japón enfermó en 1941, Iva viajó a Japón representando a la familia en los Estados Unidos, pero con la premura de la situación Iva viajó sin pasaporte con apenas un certificado de nacionalidad y estudios, cuando quiso regresar a los Estados Unidos las autoridades japonesas no permitieron su salida, adujeron que la mera presentación de un certificado no era válido para confirmar la nacionalidad de Iva.
Al poco de aquello estalló la guerra, Iva fue tratada como enemiga en territorio japonés al igual que sus padres en América, ellos fueron trasladados a un campo de concentración en los Estados Unidos donde más tarde la madre de Iva falleció.
Intentó trabajar como profesora de inglés hasta que una vez más fue arrestada, fue entonces que Radio Tokio requirió de una mujer para que operara la consola de sonido para el programa Hora Cero, fue allí que nació el mito de "La Rosa de Tokio"
Una vez terminada la guerra Iva fue arrestada y fue tratada como traidora, cuando en realidad no fue una espía sino una colaboradora, fue forzada a colaborar con el Imperio de Japón como única posibilidad de supervivencia.
Iva de casó con un japonés de ascendencia portuguesa, sin embargo, una vez terminada la guerra Iva jamás volvería a ver a su esposo, inclusive fue obligada a divorciarse de él.
Recién en el mandato de Gerald Ford fue "perdonada" y el gobierno norteamericano se disculpó por el trato que habían dado a una mujer que fue víctima de las circunstancias.
Los héroes de un momento bien pueden ser los canallas de otro, o viceversa.
3 comentarios:
Hola. Cómo anda que hace tiempo no se lo veía por acá?
Con respecto a la historia, como decimos acá: Fuaaaaaa!
Nos vemos.
Salúd!
Hernán.
Ocupadito he estado, justo estoy en este momento preparando otro post, ojalá sea interesante.
Salute!
Me parece que era mas de uns amujer la que ocupo esa funcion.
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