martes, 8 de enero de 2008

¿la fotografía cambia la historia?

Hace unos años fui profersor universitario en el área de fotografía, cosa que no me hubiera llegado a imaginar, y que ahora me llena de algo de vergüenza, considerando que como profesor uno tiene una responsabilidad muy grande y generalmente no estamos a la altura de ella, sobre todo porque muchas veces hacemos aseveraciones que ahora no me atrevería a decir ni así estuviera loco.

Obviamente que cuando uno es profesor de algo tiene un halo de chauvinismo inherente al ejercicio de la cátedra, cosa visible en algunos amigos míos que ejercen la cátedra en literatura y en sus reflexiones encuentro una profunda ausencia de generosidad y paupérrima autocrítica. Yo también fui parte de aquello y no pretendo hacerla del humildito (cosa que aborrezco tanto como al cristianismo gestor de semejante patraña), pero sí intento ser autocrítico y observarme a la distancia del tiempo.

Entre las aseveraciones que algún día hice fue que una sola fotografía tenía la capacidad de cambiar la historia, cosa de la que me arrepiento ahora, ya que la fotografía no tiene esa capacidad. Hoy pienso distinto, no solo soy autocrítico sino que soy un observador cruel respecto de la "escritura de la luz".

La fotografía tiene una capacidad narrativa casi inexplotada por los propios fotógrafos, muchos de ellos viven sorprendidos con ella, es como si un escribano estuviera sorprendido por las formas de las letras y estuvieran repitiendo hasta el cansancio las formas del alfabeto cual calígrafos perpetuos, y estos calígrafos no pudieran percibir que la escritura es la herramienta fundamental de la literatura. Exactamente es eso lo que ocurre con la fotografía.

Los MAGNUM intentaron ir más allá, avanzaron muchísimo pero sus descendientes no leyeron bien el mapa y se han quedado marchando en el propio terreno.

Pues no, la fotografía no cambia nada por si sola, es parte de un complejo tejido de variables sociales, por lo tanto no tiene el halo que yo equivocadamente le había otorgado en un día.

Siempre usé como ejemplo la imagen de Huynh Cong de 1972 sobre la guerra de VietNam como el ejemplo a seguir, diciendo que aquella imagen había parado la guerra, otogándole esa capacidad que por si sola no posee, ya que la guerra en VietNam estuvo perdida casi desde el inicio y siempre tuvo una fuerte oposición al interior de los Estados Unidos, esa imagen lo único que consiguió fue la catalización de las protestas, pero no por la imagen misma, sino que su capacidad narrativa sumada con la realidad existente en los Estados Unidos para la época consiguieron tener un efecto performativo eficiente.

Es posible que me arrepienta con los años de lo que estoy diciendo ahora, es probable que con el pasar de los años llegue a pensar como antaño, pero lo único que sé es que como humano he aprendido a recular y manifestar mi inconformidad con mi pensar, que tengo la capacidad de autocrítica bastante fuerte y eso me llena de algo de orgullo.

Hace años me sentía muy orgulloso cuando la gente me ponía el membrete de "fotógrafo", ahora no lo siento así, me parece que soy un contador de historias que simplemente uso la imagen como la herramienta más cercana y fácil para mis necesidades.

Todo ha sido por necesidad, y me gusta tener la uergencia de contar historias.

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