viernes, 2 de noviembre de 2007

lo que no era

Desde hace algunos días que no he posteado en esta bitácora, sin embargo he tenido algunas ideas, una de ellas ha sido sobre el nuevo sistema operativo Ubuntu 7.10 (que por cierto es fantástico, y recomiendo que lo prueben), otra ha sido la preocupación sobre la situación en Ecuador.
Ubuntu puede quedar para el próximo posteo, la situación ecuatoriana amerita un poco más de atención primera.
Nunca he negado mi no cercanía con el régimen actual, y creo que una vez más explicaré las razones, creo que el autoritarismo que hace gala ha dado las razones más que suficientes para mi distancia cada vez mayor.
Creo, sin embargo, que el régimen logrará resolver en gran medida los problemas de salud, educación y seguridad social, y estoy convencido que el camino que se ha tomado es correcto en muchísimos aspectos, sobre todo cuando se exige a los sectores oligárquicos a que respeten las reglas del juego, eso está bien y aplaudo.
Sin embargo, aquello le da réditos suficientes en la población como para que comience a gestarse un régimen absoluto, lo que no hay que olvidar que la historia ya ha tenido situaciones similares.
En Alemania en 1933 el Partido Nacionalsocialista Alemán (NAZI) convocó a la elaboración de una nueva constitución, carta magna hecha a la medida de las necesidades de Hitler y los nazis, fue refrendada por una consulta popular con el 90% de la aceptación, el resto es historia que el mundo entero sabe. El régimen nazi resolvió los problemas básicos de educación, salud y seguridad social, y vaya que sí los resolvió, tenían un nivel altísimo. ¿Entonces dónde está nuestro problema respecto a ellos?
El autoritarismo, la verdad única que llevó al holocausto, la ausencia de tolerancia a las voces disidentes, el aplastamiento del pensamiento en todas sus formas, el sometimiento de las mentes a través de la propaganda de la solución a las necesidades básicas sociales.
El guión lo vimos repetirse en Venezuela con éxito, el congreso títere ha otorgado poderes ilimitados a perpetuidad al señor coronel, la fórmula ganadora se empieza a aplicar en Ecuador, con la casi seguridad que resultará, el pueblo dará el apoyo absoluto al proyecto, y la historia hará el resto.
En fin, hablan de socialismo, cuando en el planeta nunca ha existido un modelo tal, lo que los fascistas de izquierda dieron por llamar socialismo no es más que capitalismo de estado.
La hora de los fascismo ha llegado, el uno desde Washington y el otro orquestado desde Caracas.
Fascistas todos, iguales de autoritarios y absolutos, pensamiento unipolar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

uta éle wena. Weno tu comentario. aci se abla cgcgcgcambio!

Anónimo dijo...

¿No fuiste tú quien dijo que al Ecuador le hace falta un dictador? Ahí lo tienes, empacado en papel azul y verde. Tu pensamiento tiene un empaque distinto, pero nada me dice que sea menos autoritario, absoluto y unipolar que el de Correa. Mi mayor preocupación por la situación ecuatoriana es el empobrecimiento de los puntos de vista, por la exagerada unipolaridad de pensamiento y no percibo nada distinto en tus opiniones. Las generaciones no tienen pasado ni futuro, porque ignoran el de las otras generaciones, los grupos sociales no tienen contexto porque ignoran el de los otros grupos. Todos nos estamos volviendo ciegos y sordos y vamos directo al triunfo de un punto de vista sobre otros, millones y millones. Las minorías desaparecen en democracia y eso nos empobrece a todos. La democracia no es más que una sofisticada dictadura, la dictadura de la mayoría.

el gato que fuma dijo...

A ver, ¿si yo he dicho que Ecuador necesita un dictador? Pues no, lo que he dicho es que el país no se ha desembarazado de su ancestro y busca siempre un curaca, y que el único lenguaje es la mano dura. De ahí a que yo plantee dictadura hay un laaaaaaaaaargo trecho.

Anónimo dijo...

Entiendo tu punto de vista, pero no lo comparto en su totalidad. El Curaca fue el instrumento Inca para desarraigar a los habitantes de estas tierras, que tenían en sus venas algo distinto a la guerra y la conquista. Tal vez no sea el ancestro inca el que nos está haciendo falta, sino uno más antiguo o más actual, menos imperial, menos autoritario. El curaca tal vez nos deje callados, pero seguiremos pensando y sintiendo distinto a lo que él manda. El curaca es un arma de dominación y control, pero no es un líder, porque la mano dura de un líder solo se tolera si se usa en dirección de tu propios sueños. pero si es para cumplir con sueños ajenos, se llama tiranía y autoritarismo.