Jueves 30 de septiembre de 2010 fue un día bastante interesante para el análisis político y social de Ecuador. Según la versión oficial, el país fue testigo de un intento de golpe de estado, lo que a mí modo de ver es temerario proponer eso, apenas fue un motín del personal de tropa de la policía.
Cabe acá destacar que los servicios de inteligencia del Estado son increíblemente inútiles, tengo la sensación que fue un elefante que pasó delante de ellos y nadie lo vio venir. Planear un motín de semejante envergadura, a nivel nacional, debe haber tomado al menos un mes a la espera de los resultados que pudiere haber a nivel del ejecutivo y legislativo, y ahí entrar en acción, sin embargo, la Secretaría de Inteligencia y el Ministerio de Seguridad Interna y Externa brillaron por su inoperancia y falta de tino.
El presidente Correa en una acción desatinada (por decirlo menos) llega a la base principal del motín policial e insulta en un discurso enardecido a la tropa que le escuchaba, y en una actitud de dueño de hacienda trata de miserables a los amotinados. ¿Qué esperaba el presidente de Ecuador?, tal vez esperaba que como buenos jornaleros de su hacienda bajen la cabeza y vuelva al trabajo pidiendo perdón a su amo.
Los medios de la prensa oficial alaban la actitud “valiente” de Correa, cuando en verdad fue la acción propia de un héroe de comic barato.
Un verdadero estadista maneja una situación como aquella de otra manera, con liderazgo y no como y militarote frustrado.
Los medios de prensa fueron callados en una evidente puesta en escena de la verdad única, propia de los regímenes totalitarios, sin ningún criterio que el de la acción canalla de propietario único de la verdad.
El sainete cobra ribetes perversos cuando Correa invoca a que le maten si los amotinados son valientes, para en la noche quejarse amargamente de que la tropa policial quiso matar al presidente. Sainete barato.
El ministro de defensa autorizó un asalto frontal en una zona en la que hay dos hospitales y es de carácter residencial, sin tomar en cuenta las consecuencias que pudiese haber. Mostrando una vez más desatino, falta de criterio y ausencia total de sentido profesional del ministro y los altos mandos del ejército.
A la noche aparece un rambo vociferando odio, rencor, con ausencia de coherencia política y alejando cada vez más la conciliación de fuerzas a nivel nacional.
Vergonzoso, absolutamente vergonzoso, considerando que el principal responsable por los hechos de ayer se llama Rafael Correa Delgado.
2 comentarios:
Muy de acuerdo con tus comentarios.
Está haciendo lo mismo que el Sr. Chavez, un golpe de estado (o autogole) y regresa al poder en dos días y muy fortalecido en su imagen.
Para nada de acuerdo con las incoherencias escritas en este blog.
¿Cómo? la gente puede ser tan bestia y no ver más allá de sus narices.
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