martes, 20 de abril de 2010

cuestiones de familia

Fui producto de un padre “represor”, pongo comillas porque las cosas no siempre son como parecen ser, lo que puede parecer evidente de hecho puede ser apenas un reflejo de algo que está detrás y que por pereza no queremos ver.

Viví una infancia autárquica y a eso doy gracias ahora, fui independiente de familia de lado y lado, los primos eran cosas lejanas y feas (la mayoría de las veces), no se digan los tíos y peor aún los abuelos. Aprendí a encontrar que los condiscípulos de escuela se quedan allí, me refugié en los libros, en el jazz, las ideas de izquierda (propias de la edad), la consecuencia de lo que se dice y se hace.

Hubo estrategias que mis hermanos elaboraron, la menos creativa obviamente fue el matrimonio temprano, la otra fue la deserción con el acercamiento al otro lado de la familia, pero el mío fue el distinto, me transformé en un ser frontal, respondón, militante de izquierda, contrario al padre y todas las demás cosas que conlleva la adolescencia.

Los años pasan, mi padre murió, mis problemas de hijo rebelde se fueron disipando y comenzaron a dar paso a reflexiones de hombre, comencé a entender un sinfín de cosas y situaciones que en la infancia y juventud no me había atrevido a entender, los rencores de la infancia hacia mi padre desaparecieron y dieron paso a un entendimiento de un ser solitario e incomprendido. Entendí mas no perdoné nada, pero ¿para qué perdonar si ya había logrado entender?.

Mi vida autárquica la comencé a entender, todo el desprecio que mi padre sentía por algunos personajes de mi familia cobró sentido para mí, la toxicidad de aquellos personajes la pude sentir tal cual mi padre lo había hecho en su momento. La infancia y la adolescencia acompañada de libros, artículos de ciencia, dieron paso a un ser extremadamente crítico y huraño con aquellos personajes, la lejanía y las habladurías no se hicieron esperar.

Ya de adulto entendí que aquella aparente represión que ejercía mi padre, esa negación al contacto con la familia no eran sino temores a la toxicidad, mi padre nos estaba protegiendo, seguramente sus métodos no fueron los adecuados, pero hoy entiendo muy bien que lo único que él hacía era protegernos.

La visión de gente pequeña salida de un pueblo, pueblo chico infierno grande.

No hay comentarios: