sábado, 25 de agosto de 2007

Una para rojillos contemporáneos

Navegando, navegando encontré un site maravilloso y divertido, se llama INCICLOPEDIA y no es otra cosa sino una parodia de la famosa y a ratos rigurosa WIKIPEDIA.
Miren la maravilla sobre la muy querida (para algunos rojillos despistados) Unión Soviética

lunes, 20 de agosto de 2007

Caca de vaca

Raimon Obiols (*)
Notas de Bruselas. UE, 2007

Leído el domingo en El País Semanal (Andrés Fernàndez Rubio: "El espectáculo del arte"): En Londres, "la gente hace cola en la White Club Gallery para ver el cráneo de platino con 8.601 diamantes de Damien Hirst, a la venta por 72 millones de euros". Dice Fernández Rubio que "dadas las cifras, de dinero y de personas que mueve el arte contemporáneo, se deduce que crecen los apasionados y que se estanca o retrocede la cifra de quienes denuncian su presunta estupidez". ¿Presunta? Yo no estaría tan seguro. Es espectacular el contraste entre las multitudes que visitan, con un fervor casi religioso, las grandes exposiciones dedicadas a los monstruos del arte de la primera parte del siglo XX, o del arte anterior, y la indiferencia que provoca el arte actual, que se mueve en el circuito cerrado del mercado especulativo de los multimillonarios y los hedge funds, de buena parte del poder político y de la crítica, y donde el negocio domina absolutamente. Hay una ortodoxia prescriptiva como nunca se había producido en la historia del arte: una prescrita y obligatoria uniformidad se impone en el negocio del arte global, de un provincianismo y de una sumisión totales. La "pasta" lo empasta todo, se lo come todo.
Pocos se atreven a denunciarlo. Una realidad pecuniaria de la máxima avidez y del más absoluto conformismo, sometida a los más ricos y poderosos, pasa por ser "vanguardia", por pura inercia del siglo XX y por falta de coraje crítico. Las objeciones a este estado de cosas, en efecto, son tildadas de "reaccionarias". En los últimos años, algunos (pocos) han denunciado esta situación. El filósofo Jean Baudrillard habló de "la nulidad del arte contemporáneo", un arte hecho "de banalidad, de desperdicios, de mediocridad asumida como valor e ideología". Jean Clair, que fue director del museo Picasso de París, ha hablado de una nueva estética apoyada en la repulsión, la abyección, el horror y el dégout. Kim Howells, un ministro laborista de cultura escribió a la salida de una exposición del premio Turner: "If this is the best British artists can produce then British art is lost. It is cold, mechanical, conceptual bullshit." ("Si ésto es lo mejor que los artistas británicos pueden producir, el arte británico está perdido. Eso es fría y mecánica 'caca de la vaca' conceptual". Duró muy poco en el cargo.
En febrero de 2004, los visitantes del museo Guggenheim de Bilbao pudieron admirar una pintura ("Tourbillon d'amour 1978") teóricamente ofrecida por un mecenas al Gugenheim de Nueva York. Era en realidad una superchería pegada con velcro, de un autodenominado "Anticristo del arte contemporáneo" qué quería demostrar que "cualquier cosa puede convertirse en una obra maestra si se difunde de una manera adecuada". Tiene razón Robert Hughes: "Desde el punto de vista artístico vivimos una época de mierda".Debería radicalizarse la protesta, siguiendo la consigna de Salvat-Papasseit: "Escupid en el coco pelado de los cretinos".

(*) Raimon Obiols es miembro del Parlamento europeo, del cual ha sido vicepresidente. Forma parte del grupo socialista y trabaja en las comisiones de exteriores y de cultura.

Santa palabra

Para nadie es misterio que el arte está atravesando tal vez su peor crisis, eso ni los críticos más conspicuos lo pueden negar.

Fruto de esta crisis en Ecuador los espacios son cada vez menores, las ciudades son carentes de galerías, el estado es carente en absoluto de una política cultural y sus funcionarios cobardemente echan la pelotita a quien le precedió. Ahora el Municipio de Quito ha decidido cerrar de una vez y por todas el Salón de Arte Contemporáneo “Mariano Aguilera”, ojalá y la información que tenga sea errónea.

Es muy triste que los espacios se vayan perdiendo, pero más triste que que la culpa se le eche al mal arte que en Ecuador se practica (como en una ocasión se atrevió a decir Rodolfo Kronfle), pobre reflexión, y no solo diría pobre sino que cobarde por no decir otras cosas aún peores.

En el mundo siempre ha habido gente talentosa (pocos) y los que carecen de talento (muchos), por lo que habrá en cualquier parte del mundo mayor producción de obras de calidad dudosa (por no decir malas), es una mera cuestión matemática, y es allí donde se supone que entra el crítico o estudioso del arte para poder decantar entre la obra de peso y la carente de calidad.

Cobardes digo las declaraciones de Kronfle tomando en cuenta que es él uno de los críticos y también co-responsable de la crisis que aqueja a esta parte del planeta respecto al quehacer del arte.

El ecuatoriano adolece del gravísimo defecto del olvido, del adulo y, la falta de criterio propio en muchos de los casos, y se podría poner como ejemplo las equivocaciones persistentes respecto a la elección de sus gobernantes, que hasta ahora no son otra cosa que unos pobres papanatas con banda presidencial. Justamente el defecto del olvido y el interés propio hace que sigamos dando cabida a los críticos responsables de lo que nos viene aconteciendo, y uno de ellos es el propio señor Kronfle, responsable de algunos juicios de algunos eventos de arte que se han destacado por los veredictos vergonzosos, sino cabe recordar los cartones sucios del Mariano Aguilera 2004.

Así también no habría que olvidar que el actual decano de la facultad de artes de la Universidad Central del Ecuador, Pablo Barriga, fue uno de los que dio el puntillazo final al antes mencionado salón de arte quiteño, calificando como obra ganadora a un trabajo que ni siquiera llega a ser un producto artesanal, ya que para ser artesanía debería cumplir con cierto nivel de factura, no se diga en el plano conceptual.

Pablo Barriga sigue siendo decano, sigue impartiendo clase como si no hubiera pasado nada, tomando en cuenta que quien imparte clase en una universidad está investido de autoridad en su ramo, autoridad que Barriga con sus actos él mismo se la ha quitado. Por decencia debería renunciar al decanato y a la cátedra que imparte.

Pero ¿qué pasa? ¿por qué toman ese tipo de decisiones?

Bueno habría que remitirse a la teoría del arte, a algunos autores.

Pero lo que no se toma en cuenta que la teoría no es santa palabra, que la teoría está para ser rebatida, ser cuestionada, y que son justamente ellos los que pueden dar el paso más allá y cuestionar a ese posmodernismo de receta, como que la posmodernidad fuera una obligación y no un estadio de la modernidad ulterior, o lo que Todorov daría por llamar ultramodernidad.

He escuchado barbaridades dichas por los críticos, perlas cultivadas como: “esto es posmoderno, pero esto no”, tomando solamente como referencia el soporte de la obra.

Triste opinión, por no decir demencial o delincuencial, y digo delincuencial porque ello afecta al desarrollo ulterior del quehacer artístico de un país, y no se diga de las repercusiones internacionales de tales actos.

Lo que verdaderamente sorprende es el análisis de los nexos que uno encuentra entre los premiados y los jurados, cuando aparecen amistades, parentescos, relaciones amorosas, laborales y educativas. Basta escarbar un poco y la podredumbre salta.

Si no me creen, simplemente investiguen y encontrarán algo por ahí.

jueves, 2 de agosto de 2007

Dostoievsky

¡La belleza es cosa terrible y espantosa! Es terrible debido a que jamás podremos comprenderla, ya que Dios sólo interrogantes nos plantea. En el seno de la belleza, las dos riberas se juntan y todas las contradicciones coinciden. No soy hombre culto, hermano, pero he pensado mucho en este asunto. ¡Ciertamente, los misterios son infinitos! Son demasiadas las interrogaciones que aplastan al hombre contra la tierra. Forjamos las hipótesis que podemos, sin llegar jamás a certeza alguna. No puedo siquiera soportar el pensamiento del hombre de corazón noble y mente pura que comienza con el ideal de la Santa Virgen y termina con el ideal de Sodoma. Es más espantoso todavía que el hombre con el ideal de Sodoma en su alma no renuncie al ideal de la Santa Virgen, y que, en el fondo de su corazón, todavía arda, arda sinceramente, en deseos de alcanzar el bello ideal, lo mismo que en sus días de juvenil inocencia. Sí, el corazón del hombre es vasto, excesivamente vasto quizá. Lo preferiría más angosto- ¡El diablo conoce muy bien el corazón humano! Y así vemos que aquello que el intelecto considera vengonzoso, a menudo le parece de espléndida belleza al corazón. ¿Hay belleza en Sodoma? Creedme, muchos son los hombres que encuentran su belleza en Sodoma. ¿Sabíais este secreto? Lo más horroroso es que la belleza no sólo es aterradora, sino misteriosa. Dios y el Diablo luchan en ella, y su campo de batalla es el corazón del hombre. Pero el corazón del hombre sólo de su dolor quiere hablar. Escuchad, que os contaré lo que dice ...
(Los hemanos Karamazov)