Me viene a la mente la película de Andy Warhol "SLEEP" respecto a la conceptualización en el arte, la obra de Warhol no se remitía a la obra misma, sino que la sacaba fuera y la obra estaba en el espectador, en la reacción que éste tuviere sobre la obra misma, o sea, la obra ya no era la obra, sino una parodia sobre ella misma y sobre el arte.
Tuve la oportunidad de asistir a la conferencia previa a la inauguración del Salón de Arte Contemporáneo "Mariano Aguilera" de Quito 2007.
Los jurados hablaron sobre la interpretación, la aproximación y la "pertinencia" de la obra de arte, las disertantes fueron la francesa Luna Claire y la colombiana Piedad Casas, y fueron ellas que nos dieron las claves para entender lo que minutos después íbamos a ser testigos.
Luna Claire presentó un video y un pequeñísimo slide show para darnos pistas, el video era interesante, mas no era una propuesta sólida, sin embargo, el slide show fue lo sorprendente, era una simulación 3D de un jardín francés, trabajo fácil de conseguir con conocimientos básicos de construcción de mallas para animación tridimensional, una simple malla del diseño de un jardín con una textura vegetal, sin embargo la crítica nos explicó que esa obra era pertinente ya que problematizaba y parodiaba al jardín francés. Pregunta: ¿lo lograba?
Creo que la obra misma no problematizaba ni parodiaba nada, tal vez como un ejercicio de construcción de malla lograba algo, pero como obra no conseguía aquello, sin embargo, la problematización estaba dada por el discurso de la curadora misma.
Después la colombiana Casas dijo algo que fue la clave de todo aquello, dijo: "...nosotros (los curadores) de alguna manera también hacemos obras de arte..." al hablar sobre el mecanismo que debe darse en el trabajo curatorial y el jucio en la obra de arte.
Una vez que se leyó el veredicto pude entender todo lo que nos adelantaron en su disertación. La obra premiada no era la obra ganadora, sino que la obra era el veredicto mismo.
Ellos crearon una parodia sobre el arte contemporáneo, instrumentalizaron el premio para crear una obra paródica sobre su interpretación del arte.
La verdadera obra de arte fueron ellos (el jurado).
¿Lo lograron?
Creo que sí, y mucho.
Sin embargo, acá entra en discusión: lo perverso y lo ético.
¿Es posible que los curadores y críticos se impongan como creadores de obra, instrumentalizando la obra de otros?
Tal vez estamos asistiendo al entendimiento de quiénes son los verdaderos creadores del arte contemporáneo.
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